Resumen:
Considera que la obra de Sócrates consistió en la iniciativa de una revolución filosófica y científica bajo el célebre principio cognoscere ipsum -conócete a ti mismo. Dueño el hombre de su persona, conocedor de sus facultades y del fin de cada una de ellas, podía entregarse con fruto a la contemplación del ser supremo y a la del universo que lo rodea. Resalta que Sócrates no fundó una escuela, no organizó un sistema. Su escuela eran las calles y las plazas, donde detenía a los hijos del pueblo para enseñarles la verdad; y su sistema no fue otro que el combate, sin tregua con los sofistas para destruir aquella intrincada y sutil argumentación que despojaba a la filosofía de su noble sencillez y alejaba la verdad de las inteligencias vulgares. Destaca que la obra de Sócrates inicia el estudio del hombre, sentado así las bases de la moral y del derecho. Señala que Sócrates no quiso hacer a los hombres sabios con la sabiduría de las escuelas, sino que quiso hacerlos mejores por medio de la virtud práctica y sencilla que con sus máximas y ejemplo enseñaba.