Resumen:
Sostiene que ante la caída de Roma a consecuencia de su culto a la materia, el paganismo, los vicios y las invasiones bárbaras, el cristianismo se presenta como una nueva idea y un nuevo sentimiento. Un mundo nuevo en el que predomina el espíritu antes que la materia. Compara la degeneración de las civilizaciones de Babilonia, Roma y Francia entregadas a la corrupción y al placer para afirmar que la materia no debe ser sino la esclava sumisa del espíritu inmortal que vive en los hombres.