Resumen:
El hombre piensa, luego posee la facultad de pensar. La inteligencia primero se conoce a sí misma; en seguida al alma, y por último todos sus estados y operaciones. Conoce el mundo de la materia, contempla la innumerable multitud de los cuerpos, sus leyes y sus diversas propiedades, y por fin, más allá de lo pasajero e individual, vislumbra las verdades inmutables y universales: concibe el espacio y tiempo, sin límites, las sustancias y causa absolutas, la belleza, la justicia, y, sobre todas las otras verdades a Dios.