Resumen:
Considera que el establecimiento de una lengua universal para todos los pueblos del mundo es irrealizable porque este tendría variaciones considerables, para ello hace referencia a las diferencias entre el castellano hablado en España y los países suramericanos. Por lo cual señala que el idioma universal sería adulterado y corrompido. Sin embargo, sostiene que dentro de un ámbito letrado e intelectual, el proyecto de un lenguaje universal eminentemente filosófico sería factible. Argumenta que sabios eminentes como Galeno, Leibnizt y Krausse han planteado la cuestión sin considerarla solamente una utopía. Concluye que solo cuando se establezca una lengua común entre los hombres de instrucción, se habrá formado de todos los sabios una sola nación que será mejor triunfo de la ciencia.