Resumen:
Sostiene que el suicidio es un crimen que atenta contra el orden moral y social. Por ello argumenta, en el análisis del orden moral, que la inmoralidad de suicidio consiste en que es contrario a la ley moral que obliga a conservar y desarrollar el cuerpo humano poniendo todos los medios que están al alcance para conseguirlo, el suicidio en cambio significa su destrucción. Por lo tanto, el suicidio viola los derechos exclusivos de Dios, el único autor y conservador de todas las cosas finitas. En el orden social, el suicidio es inaceptable porque considera que el hombre ha nacido con el instinto de la sociabilidad y que por consiguiente tiene deberes y derechos que lo hacen sujeto de responsabilidad en la conservación de la sociedad. Bajo esa perspectiva afirma que el hombre al poner fin a su existencia, priva a la sociedad de uno de los medios con que debía contar para llenar sus fines; y por consiguiente ataca al orden social.