Resumen:
Se determina la frecuencia de los flujos útero-vaginales, donde es poco probable que no haya mujer que durante su vida no haya padecido alguna vez de flujos genitales sea en mayor o menor cantidad, de una u otra naturaleza, de un modo accidental o constante. El líquido vaginal es fluído seroso, nada viscoso, nunca filamentoso, pero siempre se presenta algo blanquecino, como lechoso relacionado a Trichomonas vaginalis. Hay que advertir, además, que pueden coexistir los flujos uterino y vaginales participando el producto resultante de los caracteres de ambos y, por último, que cualquiera de estos flujos puede hacerse seroso sanguinolento y extremadamente fétido por la mezcla de productos secretorios con productos morbosos.