Resumen:
Se plantea al ácido pícrico como sucedáneo de la quinina, tanto por sus buenos resultados en el tratamiento contra el paludismo y las fiebre intermitentes, como por su módico precio. Esta sustancia tiene diversas denominaciones, entre las más conocidas se encuentran Amargo de Welter, ácido carbo-azótico, ácido nitro-pícrico, acido nitro-xántico, entre otros. Se describe su composición, solubilidad, efectos toxicológicos y el descubrimiento de su fórmula racional.
En el empleo terapéutico de esta sustancia, se establece que es importante determinar la edad, sexo, temperamento e idiosincrasia, y dosis para la obtención de resultados exitosos.